El trueque es el intercambio de bienes materiales o servicios por otros objetos o servicios y se diferencia de la compraventa habitual en que no intermedia el dinero en la transacción. Al contrato por el cual dos personas acceden a un trueque se le denomina permuta.
Para que exista el trueque entre individuos, debe existir previamente el excedente (exceso de bienes que no necesitan consumirse), y dar lugar a la división del trabajo. Con la división del trabajo, aparece el trueque y la propiedad privada. Estas condiciones aparecen por primera vez en el neolítico con la aparición de la agricultura, la ganadería y el trabajo productivo.
Teoría del Intercambio
La teoría subjetiva del valor explica tanto el intercambio que se da en el trueque como el de una economía monetaria.
El intercambio solo se produce si ambas partes valoran más subjetivamente aquello que tiene la otra, que lo que esperan dar a cambio en el intercambio. Así, supongamos que Juan tiene A, y Marcos tiene B. Solo si Juan valora más B que A, y Marcos valora más A que B, se realizará el intercambio (o esto es, por lo menos, una condición necesaria para que se produzca).
Técnicamente, se podría sintetizar de la siguiente manera: la utilidad marginal que le representa a Juan el bien B dentro de su escala de valoraciones, debe ser mayor que la utilidad marginal que le representa el bien A. De la misma forma, la utilidad marginal que le representa a Marcos el bien A dentro de su escala de valoraciones, debe ser mayor que la utilidad marginal que le representa el bien B. Es, en definitiva, la desigualdad de valoraciones subjetivas una importante condición necesaria para que se produzca el intercambio.
El precio, como ratio de intercambio, se determina al momento de efectuarse éste. El precio al que llegarán ambas partes para efectuar el intercambio depende de sus valoraciones subjetivas. En efecto, el precio máximo al que está dispuesto a pagar el comprador debe ser mayor que el precio mínimo al que está dispuesto a vender el vendedor. El precio, en este modelo simplificado con solo un oferente y un demandante, se establecerá dentro del rango que esos márgenes determinen, con la imposibilidad teórica de saber con exactitud cual será precisamente el precio, solo determinando los márgenes entre los cuales se acordará efectivamente un precio. Si el precio máximo del comprador es menor que el precio mínimo del vendedor, el intercambio no tendrá lugar.
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